Problemas de visión en niños

“Mi hijo no rinde bien en el cole”, “mi hijo es muy patoso, siempre se cae o se choca contra algo”, “mi hijo se frota los ojos a menudo”, “a mi hijo le duele mucho la cabeza…”

Estas son las frases más repetidas antes de que el diagnóstico del especialista de la visión confirme una necesidad de corrección.

La vista es básica en el desarrollo completo de un niño y si hay algo que no está funcionando bien en el cole hay que descartar el origen del problema. La salud visual pasa desapercibida la mayoría de las veces…

problemas de visión en niños

¿Pistas de problemas de visión en niños?

En España existe un 30% de fracaso escolar asociado a la mala visión*. Parece una cifra muy alta para un país desarrollado, pero es que la mayoría de las veces no se detecta. En este descubrimiento deben implicarse tanto padres como docentes observando al niño en el ambiente familiar y escolar.

Ambos suelen ser los primeros en detectar algunos de estos síntomas:

  • Lee con dificultad
  • Se despista mucho en el cole.
  • Guiña los ojos al ver la tele
  • Se frota los ojos a menudo
  • Se acerca mucho las cosas o los textos a los ojos
  • Tienen tendencia a desviar ligeramente un ojo especialmente si está cansado o enfermo.
  • Los objetos o personas que están lejos no llaman su atención.
  • Le duele la cabeza habitualmente.
  • Tropieza a menudo, es un niño “torpe”.

¿Cuándo y quién debe realizar el examen de la vista a los niños?

Siempre que haya sospecha de algún problema, sea cual sea la edad y sean cuales sean los síntomas.

Los pediatras lo consideran obligatorio de manera periódica a partir de los 3 años, haya o no indicios de un problema de refracción. Pero lo habitual es que entre los 6 meses y los 2 años el pediatra quiera comprobar el trabajo binocular de la vista (funcionamiento de ambos ojos), para descartar problemas como el estrabismo o el ojo vago.

“Muchas veces se duda entre el oftalmólogo y el óptico. En realidad ambos realizan un trabajo en equipo. Lo único que les diferencia es que los oftalmólogos diagnostican patologías. Por ello si los síntomas son muy agudos o hay antecedentes familiares lo más aconsejable es que la primera visita sea al oftalmólogo y posteriormente se normalicen las visitas al óptico.” 

Habitualmente el oftlamólogo recibe al niño, le dilata la pupila, observa las diferencias a compensar entre los dos ojos y deriva al óptico con una graduación. El óptico optometrista revisa esa graduación realizando unas pruebas de agudeza visual y aconsejando a los padres las mejores soluciones.

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¿Por qué es tan importante hacer una revisión a tiempo?

Además de asegurarnos de que el ojo y la agudeza visual se desarrollan normalmente, en caso de que exista una necesidad de corrección visual es primordial el tiempo de reacción: por la propia calidad de vida del niño y porque, en la mayoría de los casos,  cuanto antes comencemos a tratarlo, mejor.

Mención especial merece la salud visual de niños diabéticos, pues las revisiones deberán ser estrictas y periódicas.

¿Cuáles son los problemas de visión más habituales en los niños?

La miopía, la hipermetropía y el astigmatismo son los defectos de refracción más comunes.

MIOPÍA

El niño ve bien de cerca y mal de lejos. Suele entornar los ojos para ver mejor lo que está lejos. Es posible que estos niños den la apariencia de ser despistados. En muchos casos los niños disléxicos tienen una cierta graduación de miopía. Esto se explica porque tienden a confundir (especialmente en clase, en la pizarra) unas letras con otras, debido a esa dificultad de diferenciar las cosas que están lejos.

Habitualmente la miopía en niños es hereditaria. Más del 80% de niños con miopía tienen padres miopes.

¿Qué soluciones recomendamos desde Opticalia San Gabino para el control de la miopía infantil?

  1. Gafas graduadas con cristales especialmente diseñados para el manejo y control de la miopía infantil como los Superkid Miofocal de Indo o los MiYoSmart de Hoya Lens
  2. Lentes de contacto Orto-K (Ortoqueratología)
  3. Terapia visual
  4. Lentes de contacto MiSight de CooperVision

HIPERMETROPÍA

Lo contrario de la miopía, el niño ve bien de lejos y le cuesta enfocar los objetos cercanos, viéndolos algo borrosos. Es probable que haya dolores de cabeza y lagrimeo.  Son niños que tienen de manera habitual conjuntivitis y “me pican mucho los ojos” es una de las frases alerta.

ASTIGMATISMO

digamos que una parte de lo que se ve queda enfocado por delante del resto de la imagen. Suele estar ligado a la miopía e hipermetropía y deformar ligeramente los objetos. Este defecto de refracción es de los menos sintomáticos. Es curioso que da más síntomas cuanto menor es la graduación y suelen ser fuertes dolores de cabeza.

“Es muy común que la mayoría vengamos al mundo con ligeros valores de hipermetropía y, en cierto modo, es una protección del ojo para evitar desarrollar la miopía, pues el ojo hipermétrope es un ojo pequeño, al contrario que el miope, que es un ojo algo más grande. Si el ojo nace emétrope (sin defectos ni necesidad de corrección) a medida que vaya creciendo puede desarrollar miopía. Sin embargo si nace hipermétrope, esa hipermetropía irá desapareciendo a medida que el ojo crezca, evitando -en principio- que el crecimiento del ojo derive en una miopía.”

AMBLIOPÍA u OJO VAGO

El ojo vago es un ojo que tiene peor sensibilidad al contraste, peor agudeza, peores movimientos, acomodación y fijación. Por ello el cerebro desecha la imagen que recibe de ese ojo. En realidad el ojo está sano, pero no se puede usar bien, por eso lo llamamos “vago”. Es recomendable que se trate cuanto antes, pero no es determinante que un tratamiento tardío no tenga garantías de mejora en el paciente.”

Las conexiones neuronales de uno de los ojos funcionan peor, por motivos no necesariamente ligados a una lesión orgánica.  Sí está demostrado que un defecto de refracción (miopía, astigmatismo o hipermetropía) no diagnosticado lo puede favorecer. El niño se siente más cómodo con el ojo que “ve mejor” (el de menor graduación) y esto hace que el cerebro prefiera usar el ojo que ve correctamente. Esto provoca que el “ojo vago” vaya perdiendo paulatinamente sus funciones. Lo más habitual es colocar un parche en el ojo sano del niño.

“Se ha demostrado que el parche sólo es efectivo en los primeros años de vida y no siempre al 100%. Por eso es recomendable que, además de las prácticas habituales, se tenga en cuenta la terapia visual, que fomentará la visión binocular, es decir, el trabajo en equipo de ambos ojos; pues al final, si yo soy diestra y me atan la mano derecha un tiempo, obviamente usaré la izquierda, pero en cuanto me la vuelvan a soltar, la derecha será mi mano dominante.”

Un diagnóstico o tratamiento tardíos pueden derivar en una pérdida de visión del ojo vago.

En España afecta a 4 de cada 100 niños y niñas.

ESTRABISMO

Si los movimientos de ojos del niño no son paralelos o uno de ellos se desvía hacia el interior o exterior probablemente haya un problema de estrabismo.

“Una manera “informal” de comprobar alguna desviación antes de llevarlo al especialista es hacerle una foto de frente con el flash de la cámara activado. Si los puntitos de luz que se suelen ver en los ojos de la foto no son simétricos (no están a la misma altura, están en distintas zonas del ojo), es probable que haya un problema de estrabismo.  También funcionará si le haces mirar una vela que desplazas de un lado a otro frente a sus ojos. Te dará la misma pista de la cámara al mirar el reflejo de ambos puntos de luz en las pupilas.

Ante todo debemos  remarcar que más que hacer “experimentos” por nuestra cuenta se trata de probar en algún punto si existe o no ese síntoma cuando existen dudas y llevarlo al especialista.”

En España hay de un 3 a un 5% de niños y niñas que tienen estrabismo. Suele ser más común en familias donde haya antecedentes. 

“(…) está demostrado que los niños con estrabismo son incapaces de ver las imágenes en 3D de, por ejemplo, películas infantiles. Si no ven las imágenes “flotar” o las ven dobles esto será una señal casi definitiva de que existe esta anomalía visual. También suelen ser niños a los que les tachan de “patosos” porque se caen o tropiezan con facilidad”.

Consejos para comprar gafas para niños

Comprar unas gafas graduadas para un niñ@ suele parecernos un mundo: que le gusten, que no se rompan, que duren, que no tenga problemas con los otros niños en el cole…Lo mejor que puedes hacer es acercarte a la óptica y dejarte asesorar.

Haz del proceso algo ameno y divertido para el niño y, en la medida de lo posible, déjale elegir.

Ayuda a tu hijo a comprender cómo debe cuidar sus gafas y por qué es importante que las use. Haz de su uso una cosa normal e incluso divertida.

  • Compra una montura resistente y cómoda: existen monturas con goma elástica, con varillas adaptables y hasta monturas flexibles.
  • Los cristales endurecidos son una buena opción para las caídas y para practicar deporte o las extraescolares. Nuestras promociones para niños ya los incluyen siempre.
  • El tratamiento antirreflejante es recomendable para el uso de ordenador, tele, videoconsolas y otros aparatos porque elimina los molestos reflejos de las pantallas.
  • Vista más descansada: ya hay tratamientos que eliminan la luz azul de pantallas y monitores. Esta luz también contiene UV y es perjudicial para el ciclo del sueño y en general el envejecimiento del ojo.
  • Seguro: es recomendable que valoréis los seguros y garantías a vuestra disposición. Estaréis más tranquilos.

Ven a San Gabino con tus hijos y veamos las mejores opciones. Te asesoraremos, les explicaremos en qué consiste su necesidad de refracción y os ayudaremos a elegir el equipamiento óptico más adecuado.

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